¿Qué estoy aprendiendo en Singularity Summit?

Barbara Silva de Best Innovation trajo a Chile la universidad tecnológica pionera en contarnos los 4 lenguajes básicos que debemos conocer si queremos participar del futuro.
2 dias, 14 speakers, 11 desafios globales, 500 asistentes de gobierno-universidades-grandes empresas y emprendedores de la Asech.

¿Eres optimista sobre el futuro?
¿Quien contribuye o impide resolver los desafios actuales: gobiernos, academia, emprendedores, todos juntos?
¿Conectar con los agentes de cambio es difícil?

Francisco Jose de Austria decía que sólo necesitaba 4 idiomas: italiano para entender la ópera, frances para entender a las mujeres, alemán para hablar con su ejercito e inglés para hablar con su caballo. Con esas prioridades vemos porque Austria dejó de ser el AEIOU del mundo.

Ahora Singularity explica cuales son los 4 idiomas para participar hoy:

  • Ingles para conectarse con los cientificos lideres que son agentes de cambio.
  • El lenguaje de los algoritmos para entender las tecnologias que impactan billones.
  • El lenguaje de programación, partiendo por html, c++ o sql para conectarnos con software, apps y robots.
  • Y el código genético para entender la biología de nuestro ecosistema.

Existen más lenguajes y dialectos, aunque estos 4 son los básicos para entender el presente y participar del futuro.

En uno de los breaks conocí a Adolfo Hannig que me preguntó:

¿Cual es el ingrediente FALTANTE en todas estas charlas?

No son los grandes desafios. No es alinear talentos. No es ponernos de acuerdo en las prioridades. No es el espíritu de colaboración para evitar las guerras.

Es la bondad como factor central del ser humano y asi conectarnos, escucharnos y construir juntos. Conocí varios emprendedores y genios locos con esa “bondad” de aportar a la solución de los grandes desafios.

Haz click “me gusta” si te interesa que expanda mas de lo que aprendí en Singularity, pues hoy será el segundo día con más y mejores charlas.
Tus comentarios abajo son bienvenidos.

Atentos saludos,
Octavio Urzua