“No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera la crisis se supera a si mismo sin quedar “superado”. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El problema de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones. Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos las vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia”.
“Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla”
Las crisis, o mejor dicho, los momentos intensos traen cambios…
A veces la vida personal cambia mucho, lo cual nos expone a momentos de extrema permeabilidad, en donde la mil veces nombrada crisis -aunque quizás ni te toque- pega en la cabeza tres o diez veces más fuerte y retumba unas veinte veces más ayudada por los medios que difunden el pánico.
Eso te formatea. Te vuelve crítico del sistema porque ahora te sientes más dentro. Porque ves más claramente los aciertos y las fallas.
Al final te transformas y quieres transformar. Te enfrentas a la crisis (que me gusta más llamar cambio), la superas y conjuntamente progresas.
Aún el cambio de muchos está en la cúspide, pero comenzará a bajar… cuando eso suceda, creo que la mejor opción es descansar un poco y volver a estar deseoso de otra bella complicación.
“No puedes permanecer en la cima para siempre; tienes que descender de nuevo. De modo que, primeramente, ¿Para qué preocuparse? Sólo esto: lo que está arriba conoce a lo que está debajo, pero lo que está debajo no conoce a lo que está arriba. Uno trepa, uno ve, uno desciende; uno ya no ve, pero uno ya ha visto”.